Cómo pulir aluminio
El aluminio es un metal que requiere de cuidado al pulirlo. Te proponemos métodos caseros para devolverles a tus objetos de aluminio su brillo original.
Actualizado Tiempo de lectura: 5 minutosPor Equipo de Cleanipedia

El aluminio es un metal liviano que puede requerir un cuidado especial al limpiarlo. Conviene que recuerdes limpiar con regularidad algunos utensilios de cocina como ollas y jarrones, por ejemplo, para evitar la acumulación de suciedad. Esto también ayuda a prevenir la acumulación de óxido de aluminio, una forma de corrosión que puede afectar la integridad del metal.
Debido a que el aluminio es un metal blando, en cualquier método de limpieza que utilices, primero tenés que frotar delicadamente el metal para devolver su aspecto brillante
Existe una gran diversidad de productos para la limpieza del aluminio y así como otros pulidores de metal. Sin embargo, también podés usar ingredientes que tengas a mano. Estos métodos caseros funcionan de manera muy eficaz para limpiar aluminio y otros metales, devolviéndoles su brillo original. De igual manera, funcionan si el objeto en cuestión tiene manchas o algunos puntos específicos que deben ser atendidos.
Recordá siempre: antes de aplicar cualquiera de estos métodos, realizá una prueba en un lugar poco visible. Si, además de estos métodos, utilizás otros productos como pulidores de metal comerciales, no te olvides de leer y seguir paso a paso las instrucciones de la etiqueta.
Cuando tengas que pulir aluminio, frotá delicadamente ya que se trata de un metal blando.
Cómo pulir aluminio con vinagre, harina y sal
Colocá 1 cucharada de sal en 1 taza de vinagre blanco.
Prepará una pasta añadiendo harina poco a poco mientras se mezcla bien.
Aplicá la pasta sobre el metal con un paño, verificando que no cause daño a la superficie.
Dejá la pasta actuar por lo menos 15 minutos y, de ser posible, 1 hora.
Enjuagá con agua tibia.
Secá y pulí el aluminio con una franela suave.
Cómo limpiar aluminio con kétchup
Por increíble que parezca, el kétchup es un recurso excelente para quitar la oxidación del cobre. El siguiente método se recomienda, sobre todo, para áreas y objetos pequeños.
Cubrí el objeto a pulir con una capa fina de kétchup.
Dejá reposar de 15 a 20 minutos, si no se observan efectos adversos.
Frotá vigorosamente con un paño suave.
Enjuagá inmediatamente.
Secá y pulí con una franela o toalla suave.
Podés repetir cualquiera de estos dos procesos si es necesario. Si los llevás a cabo con regularidad, antes de que el aluminio comience a opacarse, te asegurás de que todos tus objetos se encuentren siempre en buen estado y luciendo como nuevos.
Podés devolverle su lustre al aluminio usando productos de limpieza ecológicos como el vinagre, la harina y la sal, aunque se aconseja probar el producto en una pequeña superficie antes de su uso.
Una limpieza frecuente es la mejor manera de mantener el aluminio en buenas condiciones.
Mantenimiento del Aluminio Pulido
El mantenimiento adecuado del aluminio pulido es crucial para preservar su brillo y apariencia atractiva a lo largo del tiempo. Para mantener el aluminio pulido, es recomendable seguir algunas prácticas clave. En primer lugar, evitar el contacto con sustancias corrosivas o abrasivas que puedan dañar la superficie. Limpia regularmente el aluminio con un paño suave y agua tibia para eliminar el polvo y la suciedad. Además, aplica una capa protectora, como una cera o un sellador de aluminio, para preservar el brillo y prevenir la oxidación. Evita el uso de productos químicos agresivos y sigue las instrucciones del fabricante para el cuidado específico del aluminio pulido.
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